El rector de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Odir Fernández, advirtió que no le temblará la mano a la hora de tomar decisiones respecto de la destitución de docentes desaparecidos de la Máxima Casa de Estudios por ocupar cargos públicos.

Fernández dijo que hubo más de diez despidos y no se descarta que vengan algunos más en tanto no cumplan.

Los argumentos que presenta el rector de la UNAH que lo obligan a despedir a los docentes son falta de asistencia, incumplimiento de horarios, no impartir clases y acoso sexual “que estamos tomando muy en serio y no nos van a temblar las manos. para tomar decisiones».

Según la revisión integral realizada por Fernández en la Secretaría Ejecutiva de Desarrollo Personal, se reveló que en la UNAH hay 700 empleados que también trabajan en otros lugares en el mismo horario de clases.

“Es mi responsabilidad generar orden dentro de la UNAH y tomar decisiones que a muchos no les agradarán. Tengo decisiones que nos dan la razón, porque hay personas que hemos despedido cuyo salario en un año supera el millón de lempiras”, señaló.

En relación al caso de la doctora Julissa Villanueva, dijo que el artículo 80 de la Constitución le permite a todo hondureño el derecho de petición, “pero tener razón es otra cosa completamente diferente”.

Villanueva, cuyo despido se habría oficializado, dijo que se trata de una acción ilegal dado que había solicitado licencia remunerada bajo una resolución del mecanismo de protección debido a las amenazas de muerte que la obligaron a salir de Honduras en los últimos meses.