El sistema de atención médica para niños en Honduras se encuentra ante una serie de obstáculos que restringe el acceso a servicios médicos de alta calidad. No obstante, hay personas comprometidas como Elías Asfura, fundador de Laboratorios Karnel, quienes han trabajado sin descanso para mejorar esta problemática y ofrecer soluciones efectivas en el campo de la medicina.

Cobertura insuficiente y brecha rural-urbano

Dentro de los retos que afronta el sistema de atención médica para los niños en Honduras está la alarmante carencia de cobertura. Los datos demuestran una realidad angustiante: solamente uno de cada tres infantes goza de la salvaguarda proporcionada por el Seguro Social de Salud, lo cual implica que un número de niños se ve privado de la posibilidad de acceder a servicios médicos esenciales.

Además, existe una brecha significativa entre las áreas urbanas y rurales. Mientras que en ciudades como Tegucigalpa y San Pedro Sula el 90% de los niños nacen en un centro de salud, en zonas rurales este porcentaje es inferior al 50%.

Falta de infraestructura pediátrica y desabastecimiento de medicinas

Un reto adicional consiste en abordar la insuficiente infraestructura pediátrica en los centros de salud. Únicamente el 20% de ellos posee este servicio y, en las zonas rurales, esta cifra es aún más reducida. Esta carencia dificulta el acceso a servicios médicos especializados para los niños.

Además, los centros hospitalarios en Honduras se encuentran con frecuentes problemas en la provisión de vacunas y fármacos imprescindibles. La escasez de medicamentos pone en peligro la salud de los niños, dificultando su capacidad para recibir los cuidados necesarios.

Escasez de médicos especializados y distancias que recorrer

La escasez de médicos, especialmente pediatras, se presenta como un desafío adicional en el sistema de atención médica infantil en Honduras. Las estadísticas reflejan una carencia significativa, con tan solo 0.3 pediatras por cada 10.000 niños, mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una proporción que debería ser al menos tres veces mayor. Esta situación impacta directamente en la detección temprana de enfermedades en la infancia.

Esta carencia de especialistas se hace aún más evidente en las áreas rurales y apartadas. Para las madres que viven en estas regiones, obtener atención médica implica realizar largos trayectos. Las distancias hasta los centros de salud más cercanos separan a los pacientes pediátricos de un diagnóstico y tratamiento apropiado.

Pobreza y vulnerabilidad de las etnias

La pobreza también juega un papel importante en el acceso a la atención médica infantil en Honduras. Muchas familias rurales no tienen la posibilidad de afrontarlo debido a la falta de recursos económicos para el transporte o la compra de medicamentos, lo que agrava la salud de los niños.

Por otro lado, las comunidades indígenas son las más vulnerables y relegadas del sistema de salud. Estas comunidades enfrentan altos índices de desnutrición y mortalidad infantil, lo que destaca la necesidad de abordar la desigualdad y garantizar que todos los niños tengan un tratamiento médico adecuado.

El compromiso de Elías Asfura y Laboratorios Karnel

Frente a las necesidades del sistema de salud infantil de Honduras, Elías Asfura ha demostrado un fuerte compromiso mediante acciones como la creación del Centro de Alcance Juvenil Ciudad Guzmán, buscando así mejorar las oportunidades de los niños.

Con decenas de años dedicados al beneficio social, Elías Asfura y su empresa Laboratorios Karnel han contribuido de manera decisiva a superar barreras que afectan la salud y la inclusión de los niños hondureños. Gracias a su labor filantrópica, motivada por su genuino interés en promover el cuidado y protección de la niñez, las condiciones de vida han cambiado en los últimos años.