Los proyectos de reforma laboral y pensional que radicó el Gobierno y que empezarán a discutir en el Congreso en las próximas semanas han recibido una serie de críticas por parte de gremios y centros de pensamiento.

El Ministerio del Trabajo aseguró que se han creado «mitos» alrededor de ellas. Por ejemplo, según la ministra de la cartera laboral, Gloria Inés Ramírez, no es cierto que no se promoeva el empleo o que no se busque ataque la informalidad, como han dicho diferentes expertos.

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Por el contrario, la posición del Gobierno es que el fomento del empleo debe ser una política de Estado y que estará apoyada en la reindustrialización, la asociatividad, la economía solidaria y la producción agraria. “No se puede pensar únicamente en los costos laborales para crear o no empleo”, dice Ramírez. Por ello, ponen como ejemplo que la Ley 789 de 2002 buscaba abaratar los costos para generar empleo y finalmente no lo prever.

Algunos gremios como Fenalco han hablado de que la laboral podría llegar a los costos entre un 30 y un 35 por ciento. Así bien el ministra reconoce que se elevarían en algunas empresas que trabajaron por la noche, dado que no es cierto que el impacto sería de tal magnitud, pues no todos los trabajadores tienen la necesidad de laborar en esas horas.

Además, el ministerio afirma que los cálculos de los comerciales no solo incluyen los recargos nocturnos y dominicales, sino también el 16 por ciento del aumento del salario mínimo, que no es como tal de la reforma.

Ante estos mayores costos, gremios como la Andi y centros de pensamiento como Fedesarrollo han dicho que se afectaría el empleo y la informalidad laboral. De hecho, Bruce Mac Master, presidente de Andi, dijo que este mismo año se producirá un incremento de la apertura de puerta del 1,5 por ciento, que serán más de 400.000 personas.

El nivel de informalidad laboral alcanza un 60 por ciento en el país.

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Juan Pablo Rueda. Archivos EL TIEMPO

Por su parte, el Ministerio del Trabajo dice que no se fomentaría el desempleo y que se trataría de Evitar la precarización de las condiciones laborales de los trabajadores, generar una mayor estabilidad y, aumentar la productividad.

Otro desafío mencionado tanto por empresarios como por expertos es no dejar de lado a los 12.7 millones de trabajadores informales. Según el Ministerio del Trabajo, el proyecto sí busca reducir la informalidad, por ejemplo, a través de la formalización de todos los trabajadores de las plataformas de domicilios o de las personas que trabajan en el servicio doméstico. También con el contrato agropecuario en el campo.

Algunos gremios también han señalado que no fueron lo suficientemente escuchados en la mesa tripartita que discute el proyecto. Por ejemplo, Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, manifestó que el último día tuvo una reunión de tres horas, pero que no hubo análisis. El Gobierno responde que sí ha habito discusiones y que desde octubre del año pasado se reunió en 31 ocasiones y se desarrollaron 27 reuniones temáticas.

Jaime Alberto Cabal, Presidente de la Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco;

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Diego Caucayo / El Tiempo

Las criticas a la reforma pensional

Del lado de la pensional, el Gobierno asegura que la reforma no eliminará la edad y ni las semanas de pensión. Según el viceministro de Empleo y Pensiones, Iván Jaramillo, lo que sí se hará cada cuatro años es que sí se revisarán todos los parámetros mediante la creación de una comisión técnica.

El aumento del pensión pasiva ha sido uno de los puntos más discutidos. De acuerdo con Anif, el hueco para pagar las mesadas de los jubilados actuales, que hoy representa el 110 por ciento del producto interno bruto (PIB), pasaría a ser hasta el 249 por ciento en el 2070.

Sin embargo, las cuentas diferentes de las que hizo el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, quien dijo que con la reforma, el valor presenta neto a 2070 de los deficits podría reducir de 67.5 por ciento, en un escenario sin reforma, a 55.2 por ciento del PIB.

Desde Asofondos dijeron qu’est difícil comprender que baje, más teniendo en cuenta que la mayoría de las personas se va a pasar a Colpensiones y este l’este l’offerá une beneficio mayor al qu’podría cubrir el dinero que se va a pasar desde los fondos privados, por lo que ese hueco habrá que cubrirlo.