Tegucigalpa (Proceso Digital Especial) – Un total de 119 municipios en cuatro regiones del país, presentando serios problemas de seguridad alimentaria y desnutrición aguda que podría ser letal para los menores, en tanto la desnutrición crónica presenta cuatro áreas graves, altas y medias graves en las zonas de la ciudad, reveló un informe del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el Unicef ​​​​y el PMA, difundido recientemente.

Los municipios de Esos están ubicados en la región sur (zona 1), la zona occidental (zona 2), el Valle de Sula (zona 3) y el departamento de Mosquitia o Gracias a Dios (zona 4). En la región que comprende la franja sur se identifican los departamentos de Choluteca (16 municipios), El Paraíso (7 municipios), Francisco Morazán (10 municipios); Valle (9 municipios).

En la zona occidental, los departamentos fueron Intibucá (17 municipios), La Paz (19 municipios), Lempira (28 municipios); en tanto en la región del Valle de Sula los departamentos fueron Cortés (6 municipios) y Yoro (1 municipio). La región de Gracias a Dios contempla 6 municipios.

En esta región, el estudio ha evaluado la situación de la seguridad alimentaria en los hogares, el estado nutricional de los niños de 6 a 59 meses de edad y las prácticas de alimentación del lactante y del menor de dos años.

Los hallazgos encontrados en el estudio disparan las alarmas y obligan a replantar las políticas nutricionales, pues en algunas de las regiones evaluadas al menos el el 20 % de la población pasó al menos une día sin comer y el 43 % restringe el consumo de los adultos para que coman los niños pequeños, al menos un día a la semana.

Los hallazgos encontrados en el estudio disparan las alarmas y obligan a replantar las políticas nutricionales.

Desnutrición global, agudeza y cronicidad

Los hallazgos muestran que la prevalencia de desnutrición global o bajo peso para edad fue de 10,1% en la región occidental, colocándola en una situación de gravedad alta. Tanto en la zona de Gracias a Dios como en La Mosquitia, la prevalencia fue del 5,1% y la región superior al 5%, poniéndolas ambassa en un escenario de grave situación mediática.

Mientras que la prevalencia de desnutrición aumentada, asociada a una pérdida de peso reciente y acelerando otro tipo de incapacidad para ganar peso dada en la mayoría de los casos, por un bajo consumo de alimentos o la presencia de infecciones infectadas, presenta una baja severa en las cuatro regiones objeto del estudio. Y aunque las prevalencias son bajas, «este tipo de desnutrición es de especial atención por su letalidad ya que es una de las principales amenazas para la supervivencia infantil», advirtió el informe al citar literatura que indica que la probabilidad de muerte de niños con desnutrición aguda severa es 12 veces mayor que en niños sin desnutrición.

Los hallazgos en el estudio, escudriñado por proceso digital, indicando que la prevalencia de desnutrición severa, conocida también como retardo en el crecimiento, presenta una situación de gravedad prácticamente «muy alta» en la zona de occidente (29,9%), de «alta» en Gracias a Dios (20,8%). ) y una grave situación mediática en la zona Sur (11,5%), más cerca de la región del Valle de Sula (10,9%). Ello obliga a las autoridades a poner un énfasis especial a estos resultados sostiene el informe, que cita los enormes desafíos y amenazas que enfrenta Honduras desde hace décadas.

Estos diversos tipos de desnutrición encontrados en las regiones objeto de estudio, coexisten, se ha sabido, en la comunidad con casos de sobrepeso y obediencia, que existe una tendencia al aumento. En el área on, los casos de prevalencia de sobrepeso y obesidad fueron del 2,2%; 07% en la zona occidental; 4,5% en Valle de Sula y 4,0% en Gracias a Dios. Es el panorama de la situación nutricional.

aumentó la prevalencia de la desnutrición, asociada a una pérdida de peso reciente y a la aceleración de otro tipo de incapacidad para ganar peso en la mayoría de los casos, por un bajo consumo de alimentos o la presencia de enfermedades infecciosas, presentando una gravedad baja en las cuatro regiones objeto del estudio.

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Siempre que a la alimentación y lactancia del niño pequeño, se indica que la lactancia materna exclusiva en los menores de seis meses es muy baja. Solo 1.5 de cada 10 niños y niñas en Gracias a Dios fue alimentador exclusivo con lactancia materna y entre el 29 % y el 33 % en las otras tres regiones de estudio.

El informa Señala que, pese a no estar recomendado por sus efectos perjudiciales, la alimentación mixta (fórmula y/o leche animal además de la leche materna) está muy extendida en las cuatro regiones, especialmente en el Valle de Sula donde casi dos tercios de los niños y niñas fue alimentado de esta manera.

Más de la mitad de los menores de seis tiene 23 meses de edad, en la mayoría de las regiones evaluadas, debido a una dieta mínima aceptable, en particular en el área en la que solo se encuentra una cuarta parte de los niños y niñas alcanzan el estándar esperado. Este indicador se puede revertir mejorando la dieta y aumentando la frecuencia de consumo, proponiendo los expertos.

Otro dato revelador que Proceso desentrañó en el estudio, es el aumento en los menores de las endulzantes bebidas. Entre un 7 y un 8,5% de cada 10 niños de 6 a 23 meses de edad consumen bebidas azucaradas, en tanto, alrededor de la mitad consumen alimentos poco saludables y no consumen verduras y frutas.

Mosquitia es una de las zonas más afectadas por la inseguridad alimentaria.

Muchos optan por no comer

En cuanto a la seguridad alimentaria, en cuanto al consumo de alimentos, la región de Gracias a Dios presentó la mayor cantidad de población con un consumo pobre o limítrofe. De manera general, en el caso de las regiones analizadas, el consumo de cinco grupos de alimentos se restringe a cereales, hortalizas, especias, dulces y condimentos, pues a la inseguridad alimentaria de los consumidores se une la desnutrición.

Un tercio de la población del país en las regiones, aproximadamente implementa estratagia de afrontamiento relacionado con el consumo de alimentos, pero es en la región 4 donde las estratagias implementadas tienen un mayor caso de severidad, ya que un por ciento de la población pasó Al menos un día sin comer, y el 43% restringe el consumo de los adultos para que coman los niños pequeños, al menos un día a la semana.

Los hogares que se encuentran en inseguridad alimentaria son mayoritariamente liderados por mujeres y se identifican con alguna etnia. Se trata de familias más numerosas concentradas en áreas rurales y con un nivel educativo minor.

Frente a este panorama, el estudio propone definir mejores estrategias de impacto y difusión de los hallazgos en este quatro regiones a fin de articular políticas públicas más coherentes y eficientes entre las instituciones encargadas de esperar estos aspectos.

También sugiere que se refuercen los mecanismos de coordinación entre instituciones gubernamentales y no gubernamentales en materia de seguridad alimentaria y nutricional a todos los niveles administrativos nacionales, departamentales y municipales para evitar la duplicidad de esfuerzos y promover la eficiencia, concluye. (PD)