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Nasralla denuncia supuesto intento de frenar elecciones tras intervención del CNE

Salvador Nasralla, una reconocida figura en la política de Honduras, hizo una acusación pública sobre lo que él ve como un intento intencional de detener las elecciones generales previstas para 2025, tras la intervención en el Consejo Nacional Electoral (CNE). Esta situación ha provocado tensiones en el ámbito político nacional, destacándose las diferencias entre diversos sectores sobre la transparencia del proceso electoral y la autonomía de las entidades responsables de asegurarla.

La acusación de Nasralla surge después de que se tomara la decisión de tomar control del CNE, lo cual distintos grupos consideraron una táctica política para complicar el proceso electoral. Según su perspectiva, el gobierno intenta ganar tiempo, deshacerse de oponentes y establecer un dominio institucional que le asegure continuar en el poder. El político señaló que esta medida es un riesgo directo para la democracia y para la expresión popular, particularmente en un entorno donde la desconfianza de la población hacia las instituciones públicas está en aumento.

Nasralla expresó preocupación por la aparente pasividad con la que se ha manejado la situación dentro del propio CNE, que hasta el momento no ha emitido una declaración contundente para esclarecer el rumbo del proceso. Esta falta de comunicación, señaló, solo alimenta las sospechas sobre una posible suspensión de las elecciones, lo que considera un escenario inaceptable para la democracia del país.

El dirigente también hizo hincapié en que su partido, Salvador de Honduras, no ha sido notificado oficialmente sobre ninguna irregularidad o investigación relacionada con su estatus legal, a pesar de versiones que circularon sugiriendo que estaría bajo observación. Según Nasralla, estas informaciones forman parte de una campaña de desinformación orientada a debilitar su candidatura y crear un clima de incertidumbre.

En sus afirmaciones, el exaspirante a la presidencia rememoró que Honduras ha vivido anteriormente elecciones caracterizadas por anomalías y críticas, y afirmó que no dejará que se vuelva a presentar una situación semejante. Confirmó su compromiso de proteger el derecho de los hondureños a escoger libremente a sus dirigentes y exhortó a la ciudadanía a permanecer alerta y participativa ante cualquier intento de manipulación institucional.

La intervención del CNE ha sido objeto de críticas por parte de diversos actores políticos y organizaciones de la sociedad civil, que consideran que la autonomía de los órganos electorales debe ser preservada a toda costa. La medida, cuya motivación oficial aún no ha sido detallada en su totalidad, genera interrogantes sobre el alcance de las reformas o acciones que podrían implementarse en el marco de la intervención.

Pese a la polémica, ciertos grupos dentro del oficialismo han respaldado la medida como un intento de optimizar la eficacia y la transparencia del proceso electoral. De acuerdo con estos planteamientos, la intervención tendría como objetivo solucionar fallos técnicos y administrativos que podrían afectar el transcurso regular de las elecciones. No obstante, esta opinión ha sido puesta en duda por aquellos que ven la medida como una maniobra política con propósitos estratégicos.

En este contexto, observadores internacionales y organismos defensores de los derechos democráticos han comenzado a manifestar preocupación ante la posibilidad de que el proceso electoral en Honduras sufra retrocesos. Algunos analistas advierten que cualquier intento de posponer o condicionar las elecciones podría derivar en una crisis de gobernabilidad, especialmente si no se cuenta con el respaldo de amplios sectores de la sociedad.

Nasralla, por su parte, ha insistido en la importancia de mantener intacto el calendario electoral, garantizar la participación equitativa de todos los partidos y restituir la credibilidad del CNE. Aseguró que su lucha no es solo por una candidatura, sino por la institucionalidad y el respeto al voto popular, pilares fundamentales de cualquier sistema democrático.

Entre tanto, la duda continúa. La población, todavía influenciada por la falta de confianza en las instituciones gubernamentales, mira con cuidado cómo se desarrollan los eventos, esperando claridad y seguridad. En un país con historia de crisis políticas y electorales, cualquier decisión que cambie la dirección hacia las elecciones podría tener repercusiones significativas.

Por Edwin Soliz Vaca

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