Tegucigalpa Anualmente, más de 20.000 jóvenes y jóvenes de entre 10 y 19 años en Honduras, y la mayoría de estas gestaciones tienen su origen en violaciones, realidad extendida que reproduciendo la pobreza allí convierte al país centroamericano en “un paraíso” para los maltratadores y pedófilos.

La situación de los embarazos adolescentes “es muy alarmante” en Honduras, por lo que aún existen relaciones sexuales con hombres mayores de 14 años, tipificadas como delito de violación, según el código penal, dijo este lunes a Efe el director de seguridada y juzgado mátres Justa (Asj), Nelson Castañeda.

“Dónde están esos casos de esas niñas entre 8 a 14 años que dieron una luz pero que no se ejecutaron las investigaciones correspondientes, porque eso eso es claramente una violación”, dijo, por lo que pidió más voluntad política para reducir el abuso sexual infantil.

Según datos de la Secretaría de Salud, citados por la ASJ, capítulo de Transparencia Internacional (TI) Honduras, alrededor de 71,622 niñas y adolescentes entre 10 y 19 años dieron una luz entre 2020 y 2022, lo que significó 23,874 anuales.

Del total de niños pequeños y adolescentes de 10 a 19 años en los establecimientos de salud del país, al menos 8.652 casos se registraron en el departamento de Francisco Morazán, en el que se ubica la capital.

MÁS POBREZA

La cifra de niñas y jóvenes madres en Honduras “están totalmente preocupadas” y deben servir porque la población “escucha que hay un problema muy grave”, indicó Castañeda, quien apresuró a las autoridades a iniciar una campaña de educación sexual en los centros educativos.

Los embarazos de niñas y adolescentes en Honduras es un problema que «saliendo de control» y suponga una realidad que «provoca más pobreza» en ellas, lo que las impulso muchas veces a migrar o sufrir violencia doméstica, enfatizó el especialista.

Lamentó que muchos sectores sociales rechazaran la implementación de la Ley de Educación Integral de Prevención al Embarazo Adolescente, aprobada en marzo de 2019 por el Parlamento, argumentando que la norma “incentiva a los jóvenes a tener relaciones sexuales, lo que autoridades y expertos han desmentido.

Según las organizaciones de derechos humanos, la mayoría de estos embarazos, principalmente en niñas de 10 a 14 años, son producto de la violencia sexual que sufren las menores, especialmente dentro de su hogar o comunidad.

El Ministerio Público de Honduras registró en 2022 alrededor de 2,944 casos de violencia sexual contra mujeres y niñas, de ellos el 64% corresponde a menores entre 10 y 14 años.

UN PARAÍSO PARA ABUSADORES

Un menor de edad sufre abuso sexual cada cuatro horas en Honduras, paga el 90,6% de los casos queda impune y el 89% de las víctimas son niñas entre 8 y 15 años, según un estudio de la ONG ASJ.

La violencia sexual infantil es un “tema bastante preocupante y al que no se le ha dado la prioridad que debería” en Honduras, asegura Castañeda, quien plantea que la cifra de niños abusados ​​es mayor porque en el país no existe una cultura de denuncia.

El experto opinó que el alto índice de impunidad en las agresiones sexuales a menores de edad en Honduras, donde solo uno de cada diez casos es legalizado, ha convertido al país “en un paraíso para violadores, pedófilos, para los productores o los que elaboran pornografía infantil”.

“En Honduras, los delitos relacionados con el abuso sexual infantil están en un 90,6% de impunidad, esto me permitió concluir que estos agresores y pedófilos depredadores están viviendo en el paraíso”, acotó. JS