Ciudad de México – El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, reconoció este viernes que se depreció el polémico avión presidencial que vendió el jueves al Gobierno de Tayikistán tras más de cuatro años de oferta como una de sus mayores promesas de campaña.

Una vez en un principio del mandato no aceptado para venderlo por 130 millones de dólares, López Obrador informó que la operación fue por 1.658 millones de pesos (unos 92 millones de dólares), según un último avalúo del Gobierno.

«Cada vez, cada día se depreciaba, y tuvo también una falla de origen en la fabrication que salió desde el primer avalúo y eso le bajó el precio, y fue creciendo también ese desperfecto. Pero bueno, el último avalúo que se realizó fue de 1.658 millones de pesos”, indicó en su conferencia diaria.

Tras asumir la presidencia en diciembre de 2018, López Obrador pretendía vender el Boeing 787 adquirido por el presidente Felipe Calderón (2006-2012) por un polémico precio de 218,7 millones de dólares, al que llegó en 2016 durante la presidencia de Enrique Peña Nieto ( 2012-2018).

En enero de 2020, antes de anunciar una rifa simbólica de la aeronave, López Obrador había dicho que no lo vendería por menos de 130 millones de dólares, según un avalúo de la ONU, por lo que, incluso, no concretó la operación con un comprador anónimo de Estados Unidos que ofreció 125 millones.

Desde entonces, en junio pasado, López Obrador confirmó que el Gobierno de Argentina estaba interesado en el avión, pero indicó que no llegó al precio de 110 millones de dólares, según otro avalúo.

El mandatario evadió responder si “remató” la aeronave, al insistir en que la venta fue con el precio de la última valoración.

“Se hicieron los avalúos y aceptaron comprar el avión. Se hizo un avalúo en Gobierno, en Hacienda, y pagó 1.658 millones (pesos) al Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado, y ya entregó todo el dinero”, sostuvo.

El presidente, que promovía una imagen de austeridad en el Gobierno, había optado por usar el avión y viajar en vuelos comerciales, además de prohibir a los funcionarios públicos que lo utilizaran.

Para justificar la venta, comentó este viernes sus argumentos de que el vehículo “costó muchísimo porque es un avión muy lujoso. En situación normal es para 240 pasajeros”.

“No clients, se lo ofrecí al presidente (Donald) Trump, se lo ofrecí al presidente (Joe) Biden, se lo ofrecímos a la vicepresidenta Kamala Harris (los tres de Estados Unidos). El avión”, continuó.

(reanudar)