Beijing.– Pekin y varias otras áreas del norte de China sufren en las últimas horas intensas tormentas de arena que en algunos momentos han elevado los índices de calidad del aire por encima de los 1.100 puntos, nivel considerado extremadamente peligroso.

El Centro Meteorológico Nacional ha emitido alertas de nivel azul y amarillo -los iniciadores de una cuarta escalada- y avisó de que el polvo y la arena en suspensión afectarán a más de una docena de provincias norteñas.

Las tormentas se originaron en Mongolia y se alejaron desde las últimas lunas en dirección segura, ingresando a China a través de la región autónoma de Mongolia Interior, de acuerdo al establecimiento meteorológico.

Beijing, envuelta en un halo amarillento, amaneció este martes con una concentración de partículas PM10 en el aire (por ejemplo, el polvo o las cenizas) superior a los 1,000 microgramos por metro cúbico en el centro de la ciudad, mientras que la de Las partículas PM2.5 (las más peligrosas por su diminuto diámetro) llegaron a superar los 500, en ambos casos considerados niveles de alto riesgo.

La capital, cuando emite alertando al segundo nivel y espera que los llegados persistan ha llegado tarde, se ha visto afectada por las cinco tormentas de arena en lo que va de año, tres de ellas en marzo pasado.

Las autoridades pequinesas de turismo solicitan el cierre de las principales atracciones y espacios de ocio al aire libre por razones de seguridad, recog el diario oficialista Global Times.

El meteorólogo Zhang Mingying, citado por el rotativo, explicó que la intensidad de estos eventos se debe a la caída de lluvias y ausencia de cubierta de nieve en el norte de China durante el invierno y el inicio de la primavera, lo que facilita que elvaino arrastre en suspension la arena y polvos acumulados.

Zhang pronosticó que las condiciones mejorarán a partir de finales de abril o principios de mayo con el aumento de las precipitaciones.

El Centro Meteorológico chino estimó que el número de tormentas de arena ocurridas en 2023 en el norte del país es el mayor de la última déda, aunque los niveles de partículas en suspensión son similares a los registrados en años anteriores. EFE

(ir)