Manila La deficiencia en el sistema de recogida de basuras, la falta de concienciación de la población y el predominio de los envases individuales son algunos de los factores que explican que Filipinas, con 114 millones de habitantes, regara al mar más de un tercio de los plásticos que flotan en los océanos de nuestro planeta.

Este dato demolido o convierte al archipiélago asiático en el mayor contribuyente a la contaminación plástica en los mares a nivel global, con más de 356,000 toneladas métricas de plásticos vertidos al Océano, el 35.1 por ciento del total, seguido muy de lejos por India ( 126,513) y Malasia (73.098), según un estudio de la revista Science publicado en 2021.

Entre los diez primeros países que más contaminan el mar con plastic, solo hay uno no asiático, Brasil, en el septimo lugar mientras que el resto de la lista de los diez más contaminantes la completan, por este orden, China, Indonesia, Burma, Vietnam, Bangladesh y Tailandia.

Las poblaciones de los países asiáticos al mar 836,488 toneladas métricas de plástico cada año, el 82.6 por ciento del que virte en el mundo, con Filipinas como país más contaminante a gran distancia de los demás: cada filipino vierte más de 3 .3 kilos de plástico año, 3.000 veces más que en España y 20 veces más que en China (170 gramos).

La Bahía de Manila, en algunas playas de una década que Nadie osa bañarse por ser una de las zonas con más contaminación de plásticos del mundo, simboliza este problema que se debe a razones políticas, socioeconómicas y comerciales.

“La contaminación de nuestros mares y ríos con desechos plásticos en emergencia nacional. El Gobierno lo consideró un problema serio, pero no llegan los fondos necesarios para implementar programas de reciclaje adecuados, ni la infraestructura óptima”, señaló a EFE la doctora Irene Rodríguez, experta ambientalista de la prestigiosa Universidad de Filipinas.

GRANDES EMPRESAS CONTAMINANTES

Entre los factores de mayor peso está la “economía de la bolsitas”, como se conoce en Filipinas, la costumbre de los filipinos de comprar productos como el champú, la pasta de dientes, cosméticos o alimentos en pequeños sobrios de plástico para uso individual.

El archipiélago asiático fue uno de los países donde las grandes empresas multinacionales experimentaron con las dosis unipersonales de productos cosméticos y de limpieza («sachets»), debido a la necesidad de adaptar unos hábitos eminentemente consumistas a la precaria economía doméstica de la clase mediática filipina trabajador

Información de Alianza Global para Alternativas a la Incineración en 2019 identificó a Nestlé y Unilever como las empresas que más contribuyeron a la contaminación plástica en Filipinas.

El 51 por ciento de la emisión de plásticos al océano en Filipinas se nutre de este tipo de productos, según Science. “La ambición de mantener los beneficios corporativos de estos gigantescos empresarios” y la “presión” que estos grupos ponen en la autorregulación impide que las palancas para entorpecer la comercialización de estos productos se implementen debidamente.

Según Science, hay otro factor explicativo principal por el cual Filipinas destaca superlativamente sobre el resto de países en términos de contaminación plástica del los estanques: la contaminación de sus ríos y arroyos, por donde todo el plástico desechado en las áreas urbanas y rurales habitadas viaja irremediablemente hasta desembocar en el oceano.

Tan bien en China, cuyo vasto territorio supera enormemente el conjunto de islas que forman el archipiélago filipino, solo 1.309 ríos fluyen con gran cantidad de plásticos, 4.820 de los ríos filipinos están altamente contaminados.

ASENTAMIENTOS INFORMALES

Para la doctora Rodríguez, la explicación reside en «la gran cantidad de asentamientos informales» que pueblan las zonas contiguas a las riberas, que «no cuentan con sistemas de reciclaje o gestión de residuos, y donde la educación medioambiental es escasa».

“En los últimos años se ha legislado contundentemente para frenar el deseo de plásticos en Filipinas, pero no hay dinero o voluntad política para crear la infraestructura necesaria” que ayude a atajar el problema debidamente, concluyó Rodríguez.

Marian Ledesma, experta en gestión de residuos de Greenpeace Filipinas, explicó a EFE que el país asiático, además, “importa una gran cantidad de plásticos” de países industrializados para luego procesarlos o reciclarlos.

El problema, desvela Ledesma, «es que Filipinas no cuenta con un sistema de reciclaje y procesado excelente y buena parte del plástico que llega de pays ricos es de baja calidad, por lo que este producto acaba convirtiéndose en residuo que se desechan» y crean los estanques de plástico que flotan a la deriva por el archipiélago. JS