ginebra – La Organización Mundial de la Salud (OMS) tomó hoy la decisión de poner fin a más de tres años (1,191 días) de emergencia internacional por la COVID-19, el mismo día en que las organizaciones calcularon que la pandemia, una de las peores de la historia, causó alrededor de 20 millones de muertos.

La cifra, casi el triple de la mostrada oficialmente por la propia OMS en sus estadísticas, fue calculada teniendo en cuenta el exceso de mortalidad registrado en el planeta colgante de la pandemia, y la mencionada el propio director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, al poner fin a la emergencia sanitaria.

«Con gran esperanza, declaro que la COVID-19 ya no es una emergencia sanitaria global», anunció en una rueda de prensa organizada un día después de que el comité de expertos que ha seguido trimestralmente desde 2020 el avance de la pandemia recomendara le casi por unanimidad tomar esta decisión.

ACABA LA ALERTA, NO LA AMENAZA

«Sin embargo, esto no significa que la covid deje de ser una amenaza global a la salud», subrayó Tedros, mientras que otros expertos de la OMS añadieron en la misma rueda de presa que pese al final de la alerta internacional seguirá considerando la enfermedad como una pandemia.

“La semana pasada, la COVID-19 causando una muerte cada tres minutos, y eso son sólo las que han sido registradas, mientras miles siguen luchando por sus vidas en unidades de cuidados intensivos y millones siguen viviendo con los efectos debilitadores del postcovid”, confirmó el gerente general.

«Lo peor que los países podrían hacer ahora es utilizar esta noticia como excusa para bajar la guardia, desmantelar los sistemas que han construido o enviar a la población del mensaje de que no hay que preocuparse ya».

Tedros aprobó la declaración del fin del surgimiento, momento en el que muchos esperaban especialmente que el año pasado muchas sociedades retrocedieran relativamente a la normalidad, para hacer balance de una pandemia que por número de fallecidos podría ser comparable con las grandes playas del historia de la humanidad, desde la peste negra hasta la gripe de 1918.

“La covid ha sido mucho más que una crisis sanitaria: ha causado caos económico, restando billones del PIB, descendido a los viajes y al comercio, golpeando negocios y arrastrando a millones a la pobreza”, recordó.

Las fronteras y las escuelas se cerraron, y Durante los meses registrados de confinamiento vividos en tantos países, “millones de personas experimentaron soledad, aislamiento, ansiedad y depresión”, subrayó el director general.

Además, “ha dividido a las naciones, y ha socavado la confianza de las poblaciones hacia sus gobiernos y hacia las instituciones, en medio de grandes flujos de desinformación”, resaltar.

UN TRABAJO DE TODOS

Tedros grabó por otro lado el gran esfuerzo de todas las sociedades colgante la pandemia: «es un momento de celebración, logrado tras el incasable trabajo de millones de sanitarios, de mucha innovación e investigación, de difíciles tomadas por los gobiernos y de sacrificios que todos hemos tenido que hacer”.

Asimismo, advirtió de que ante un virus que podría aún cambiar a variantes más letales y contagiosas, la OMS seguirá en guardia, y anunció que por primera vez en la historia de la organización, pese a no haber emergencia internacional, un comité de revisión que analizará periódicamente la situación del virus.

UNA DECISIÓN LARGAMENTE SOPESADA

El que desde 2020 ha sido presidente del comité de emergencia para la COVID, el francés Didier Houssin, explicó en la rueda de prensa que llevaban y más de un año preparándose ante una posible transición que dejara de jara de considerarla una emergencia y pasase a tratarla como una más infectada.

Al final de la alerta, subrayó, finalmente se ha decidido ante la mejora de la situación global, con una reducción de la mortalidad y la mayor inmunidad que se ha conseguido con las vastas campañas de inmunidad, a lo que se suman las defensas. que centenares de millones han desarrollado tras recuperarse de la fermedad.

La directora de la OMS para acceso a vacunas, Kate O’Brien, ha añadido que el final de la atención sanitaria de emergencia no supondrá un fin del esfuerzo desplegado a nivel global para inmunizar a las poblaciones contra la COVID-19.

Todas las vacunas autorizadas contra la enfermedad mantendrán su estatus, y proseguirán programas de reparación de vacunas a los países menos desarrollados como el COVAX, con el que se distribuyeron 2.000 millones de dosis desde 2021.

(reanudar)